Me gustan las flores de tu pieza
y el perfume enamorado de tus sábanas
en la oscura calma,
humedecida de tu vientre
y en el abrazo
apretujado tras tu espalda
me desespera y me reclama
y me hace unas señales
tu espalda
me alarga su estampa
o me invita tiernamente
me llama y me acoge, me abraza
tu espalda brillando, salobre
duna hirviente de mis sensaciones blancas,
como un omóplato en mis labios, aferrándose
rayos
uno dice cosas elocuentes y acariciadas
en el recuerdo misterioso y plácido de una espalda.
4 comentarios:
Alguien me dijo por ahi, no hay nada mas potente que un recuerdo atesorado.
Estabas inspirado, como hacemos para mantener esa inspiración?
Me parece extraño escribir de una espalda, cuando una mirada es mejor.
Tal vez la curiosidad o el sentir más alla de lo evidente avala este escrito, pero por ahi siempre dicen que los ojos son la ventana del alma.
Da miedo mostrarla?
Me parece que el autor presenta un personaje que solo es capaz de ver la espalda, porque espera, en el mejor de los casos, que de ese mismo modo le deje, sin mirar atrás.
No busca una mirada ni un alma, solo quiere quedarse con la sensación, con los recuerdos, atesorando imágenes.
Me parece que el personaje no desea un alma, eso es solo para "valientes"
=)
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