Es terrible, me hierve el seso… se me vienen esos viejos colapsos neuronales.
La una me dice “amablemente” que me vaya, el otro me pide con cariño nunca dejarlo.
Y yo, estoy al medio, poniendo caras, que ni te explico!
Mi lengua bífida he tenido que morder y lanzar mi veneno allá lejos, solo por amor a la paz reinante.
Volví, por la sugerencia, pero los misiles apuntan haciéndose los inocentes.
Y recuerdo lo ya dicho: Nunca les creas a las victimas o a los que se hacen…
Quizás deba emprender mi propio viaje, porque veo doble faz.
Será mejor despedirse de todo aquello, las banderas blancas se destiñen con el sol y el blanqueador, ya se me acabo.
Voy de compras.
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