martes, 6 de noviembre de 2007

Puros Cuentos Cap 11



Dia 20
DON`T BOTHER


Me asome tímidamente fuera de la habitación… no había moros en la costa, ni normandos.Afuera se respiraba la brisa fresca y los rayos del sol acariciaban la piel, como un despertar de un largo sueño.
El sol se me introdujo bajo la piel, se clavó por todo mi cuerpo, recorriendo cada rincón, reparada mi columna antes rota, jugueteaba a través de mis nuevas plumitas.
Sonreía, echando un vistazo, observando atenta que no me mirasen. Nadie en el patio de luz y aun no me atrevía a extenderlas del todo. Hoy soy vulnerable a los lobos.
Volví a aquel cuarto, mire con pena al centauro que yacía en esa cama. Le tome por el torso y la arrastre hacia fuera.
El sol le alcanzaba de lleno, pero solo abría un poco sus ojos volviendo a languidecer.
Volvimos dentro y comenzamos a subir las escaleras, llegaríamos hasta el techo, miraríamos la cuidad desde lo alto del edificio.
Respira profundo, la vida no acaba aquí le decía.
Ella me respondió – tú odiabas ser un ángel, es más, tú odias los ángeles. ¿Ya no seremos amigas?... amigas perversas…
Que gracia me causaba ella, las risitas se me salían. Yo no odio a nadie, tampoco soy eso otro que dice.
Comencé a toser, jilgueritos brotaban de mi boca y subían volando.
Estábamos en el techo, le cuidaba mientras se autocompadecía.
Tomando su celular marcaba un número que desconocía.
Conversaba un momento se sonreía, se reía a carcajadas y luego lloraba como una tonta.
Yo la veía subir y bajar por aquel carrusel emocional, subía, subía, subía cuando de repente –Alo, alo!!- volvía a marcar, comenzaba de nuevo con su carita en rictus, luego reía, luego se enojaba, parloteaba y parloteaba y nuevamente – alo, alo- llamaba de nuevo, se enojaba al principio, luego se ponía muy seria, después se reía.
Siempre la veo en ese ritual y persistentemente termina riendo.
Pero está vez paso algo distinto.
Lanzo el teléfono lejos, el que casi en cámara lenta, comenzó a bajar desde lo alto. El sol iluminaba la escena, brillante, cegador.
Ciega, no me percate que mi centauro se lanzaba de cabeza a rescatarlo arrepentida, cayendo edificio abajo.
Ya no podía tener miedo, abrí mis alas y emprendí el vuelo hacia abajo, la veía caer, la veía desaparecer, se esfumaba, se eclipsaba.
Alcance a frenar antes del golpe final.
Ya no estaba más.
Mire en todas direcciones si había rastros de ella, pero en ese callejón oscuro solo habitaban las ratas.
Mi luz atrajo a las criaturas oscuras del lugar. En eso, apareció también la cajita feliz que me dijo – ¿te desharás de todas nosotras acaso?-
A lo que respondí – yo no quiero nada –
La cajita carcajeaba con su desparpajo de siempre, entonces las mariposas de mi estomago comenzaron a subir por mi garganta y a salir por los oídos. Siempre me pasa eso cuando me pongo nerviosa.
En esa exhalación fue, cuando las mariposas bajaron en picada llenas de colores hermosos, voluptuosas, fascinantes. Yo me quede mirándolas, mientras la cajita corría como una loca gritando, alejándose de mí.
Es extraño, yo se que la cajita solo le tiene miedo a una cosa… el abandono. Algo difícil de aceptar para quienes no han hecho el ejercicio de dejar ir.
Mientras pensaba en eso, emprendí vuelo directo al sol.
Toqué aquel azul hermoso e insondable del cielo, el índigo que me regocija. Me sentía feliz y cautivada, acariciada por el viento húmedo y tibio del verano. Entonces me percaté. No solo tenía alas, ahora tenía su torso, el centauro vuelve a ser parte integral mía.

3 comentarios:

PoetaRulZ dijo...

Al terminar, no puedo desprenderme del gustillo ameno que deja el rastro magico de esta historia. La fantasia y la retorica ilusa, de la mano es una figura dificil de apreciar, a veces estas siameses, me perturban y otras me agradan. Eres tu la artista, cual es tu interpretacion?

si esto fuese un cuadro. la acuarela de un color chorrearia sobre otro, creando en conjunto + el sol, un nuevo color, un nuevo rastro de sentimiento y plenitud. que ves tu? cuando miro yo tanta abstraccion?

esto ya no es comunicacion, es expresion.

leo y cada extrañeza me hace evocar el planeta pequeño del principito, es el mismo principio; magia y fantasia, solo que a gran escala.

Saludos y Cariños
Tu PoetaRulZ.

Anónimo dijo...

A mi me parece que algo acertado esta el comentario anterior, sobre todo lo del principito.

Dafne dijo...

Sucede que a veces solo son "explosiones neuronales", como una visión a colores de cosas que se sienten al diario.
No tiene porque comunicar siempre alguna idea o enseñanza, ni ser reflejo de alguna realidad. También se pueden comunicar a través de la expresión de sentimientos: alegría, tristeza, pasión, desenfreno, perversión, bondad, inocencia…
=)