viernes, 9 de noviembre de 2007

El Gato

… Si hay algo que nos hace inconfundiblemente hombres, es nuestra capacidad de soñar e imaginar mundos distintos; cerrar los ojos y ver en nuestro interior lo bello de allá afuera transformado.
Somos transformadores, creadores de nuevos mundos…
(En eso estaba, escribiendo, creyéndose un sofista cuando…)
… Al enderezar la cabeza frente a mí estaba el gato que me envuelve, pero esta vez, me abandonó al frío.
Miraba abriendo y cerrando sus ojos, en un gesto de molestia y censura incómodo
(fue entonces cuando olvidó todo lo antes escrito).
- ¿ Que es lo que te molesta minino?.
El gato me sigue mirando y el frío congela mis venas; el solo lame su pelaje en un ademán de indolencia feroz.
- ¡ Que es lo que quieres!. Ves mi miseria y solo te acicalas.
Su mirada me traspasa, aun no comprendo, nunca le he entendido; y sin moverse lanza su embrujo para luego cerrar sus ojos y dormir.
Al fin noto el hechizo
(y la locura pasa)...
En los ojos del gato había una niña, soñadora de mundos iguales a este.
- Niña, ¿dónde estas?.
- No tengas miedo.
El gato ya no me asecha, la niña no sale y se esconden.
Ella, quiere seguir siendo niña que sueña, él, quiere soñar junto a ella.
- ¡minino, minino!!
El gato aparece y me espanta,
La niña me mira y ronronea.
La fusión de ambos produce un sonido arrullador: silencio de animal satisfecho que llena la atmósfera de languidez felina.
El frío me vence y cierro los ojos para dormir.
La niña felina los cierra para soñar.
Ella soñaba con una mujer sumergida en sus pensamientos, demasiado preocupada de todo como para cerrar sus ojos o para acariciar al gato. Una mujer que en ocasiones escribía y creaba mundos como el de la niña…
¿Mujer aun no despiertas?
… Frente a mí estaba el gato, con sus ojos abiertos y yo dentro de ellos jugando otra vez, soñando bien alerta.

1 comentario:

Anónimo dijo...

y que color ve las cosas este gato?
Azul, Celeste, Morado, Rojo...