jueves, 11 de junio de 2009

No Disponible

La esperanza es el peor de los males, pues prolonga el tormento del hombre.

Era la quinta vez que miraba su teléfono, en vano, esperando, cada minuto, cada segundo por la prometida llamada, siquiera por un mensaje.
El, siempre tan ocupado, finalmente tendría un espacio para ella. Hoy si se podía.

Mientras jugaba la selección chilena, los pequeños demonios estarían lo suficientemente distraídos para dejarle enviar un mínimo emoticon por mensaje de texto.
Ya pasaban las 18 horas y nada.

Fue entonces que lo decidió. Se desvistió, baño y perfumo.
Saco de su guardaropa un pantalón de cuero, que le sentaba muy ajustado y que nunca había usado, pues esperaba usarlo la próxima vez que le viera a El.

Una blusa roja trasparente y un abrigo del mismo color encima, era lo único que necesitaba.
La noche estaba fresca, pero la agitación le hacía entrar en calor.
Volvería a ser la chica mala de siempre.

Aprovecho que su nana le había ofrecido quedarse esa noche en su casa, así no tendría problemas para una arrancada larga.

Se fue en taxi hasta la ciudad más cercana, se junto con una amiga que le ofrecía seguido portarse mal y maltratarlos a ellos.

Su amiga Marcela sabía de que hablaba, esa noche el lugar estaba lleno de tipos guapos.
Cuantas veces nos reímos de nosotros mismos, o de ellos, porque su risa, es siempre una puñalada que se clavaba en la espalda de quien comienza reír.
Las risas y el jolgorio flotaban en el aire, como en bocas entupidas que no saben de que se ríen
Sus ojos les delataban, pensaba en las mujeres de pechos descubiertos, paseando por el lugar, miraban la carne pasar por la tabla.
Estaba en la escena del crimen, bebiendo un whisky, como siempre antes de cometer una locura.

Entonces, pensaba en su ángel que estaba en el infierno y de lo injusto que parecía el que ella la pasara bien.
Entonces le ataco el “cargo de conciencia”, animándole a enviar mensajes de texto festivos, para elevarle el ánimo y a ver si además le correspondía con algún mensaje de vuelta.
“ni un mensaje?, acaso tb tiene las manos ocupadas?”
Fue lo último que le envió.

Estaba aun en eso, cuando le sacaron a bailar.
Su amiga le miraba con cara pícara, levantando su pulgar derecho en señal de aprobación.
El tipo era bastante alto y al bailar ajustaban perfectamente.
Después de un rato, tenía sus dos manos rodeándole el cuello. Debía estar muy excitada. Los pezones se marcaban por sobre la blusa y mientras la besaba, movía inconcientemente sus caderas en espaciosos óvalos que rozaban su pelvis. Ese primer beso había sido como en las películas sórdidas del FOX.

Ella se contorneaba sobre el y el atinaba a tocar su espalda desnuda, por debajo de su blusa. Cuando soltó su sostén, sus pechos se abrieron ante el, quien no dejo de besarlos. No duro demasiado tiempo, pues hubo un momento en que ella tomo su sexo entre las manos abriendo descaradamente su pantalón. El ya no aguantaba más.
Tener sexo en un rincón oscuro, era excitante, algo que siempre quiso hacer con su ángel infernal, pero que nunca tendría después de esta noche.

Pasada la media noche le llego un mensaje de El diciendo: “estoy disponible”.
Lo que El no sabía, es que ella ya no lo estaba.

http://dafne-en-viaje.blogspot.com/

No hay comentarios: