Rojo, completamente rojo el piso tapizado.
Clavado sobre su sien derecha un clavo de a 4.
El veneno antes vertido por su oído, fluye exitosamente en su sistema.
El martillo, yace manchado sin vida después de mucha agitación.
El asesino, se sienta tranquilamente a ver la TV o jugar Lineage.
Por detrás de su cabeza, un frasco de color rojo reflejaba la escena:
Replicas de cadáver in sepulcro, del Ser o no Ser.
Una necesidad de cumplir con un plan. Sagradas palabras e ideas le reventaron desde dentro.
Esto no tiene que ver con negocios, ni con un método, es la brutalidad de las costumbres.
El papel de sus fantasmas es preponderante; estos no le miran ni aconsejan, son solo el detonante.
Tirada sobre la cama, su ojo verde que ya no ve desde ella misma, le mira desde el otro extremo de la habitación.
El reflejo de la TV solo dice mentiras:
que ella se volvió loca y se ahogo en estrés…
En este mundo plagado de engaños y corrupción, Ofelia yace sobre una cama, mirando desde el otro lado, en la oscuridad, esperando que se vaya el dolor.
http://dafne-en-viaje.blogspot.com/
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