sábado, 22 de septiembre de 2007

Tomates en Malloa



He encontrado y conocido seres raros, rarísimos, y yo… que aun no me conozco.
Hasta donde se puede llegar para conocer a alguien… Y ahora si que me perdí, no tengo rumbo, es como que el agua tiende a despejarme y hoy vino por mi, a lavarme el seso…

Si nada de lo que diga tendrá sentido mañana, que mas importa si lo digo… entonces me digo, tú no sientes, es solo efecto de la imaginación. A estas horas, cualquier cosa que escriba, suena a simplón o anacrónico…

Recordé algo que leí, que existen distintos tipos de seres, los Famas, los Esperanza y los Cronopios…

El Fama hace inventario de sus bienes, embalsama sus recuerdos, los cataloga, los guarda… en caso de lo que pueda pasar decía. ¿Será que también hacen blogs?.
La parte que no me gusto de los fama, era que uno de sus pasatiempos es menoscabar Esperanzas, hasta hacerles perder la cordura y hacer que ellas los atacasen hasta dejarlos en un charco de su propia sangre y tristeza…

Demos gracias que al parecer soy un Cronopio… así la soledad de los Fama se hace menos amarga…

He aquí un párrafo:

“El fama considera al cronopio. Nunca hablará hasta no saber que sus palabras son las que convienen, temeroso de que las esperanzas siempre alertas no se deslicen en el aire, esos microbios relucientes, y por una palabra equivocada invadan el corazón bondadoso del cronopio.” (Julio Cortazar: Historia de Cronopios y Famas)

También podría contar historias de tomates en Malloa, pero hoy no me place.

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