jueves, 2 de julio de 2009

Un Carver con Helado por Favor

Todo misterio es candente, pero este era muuuy frío.
Traía escondido entre sus manos, un helado de tres leches, su favorito.
Comerlo sobre la cama lo hacía aun más delicioso.


Esa mañana de verano, no parecía presagiar algo especial, eran las 6 y salía de casa rumbo a la costa.

Llegando a Valparaíso a eso de las 11, siguió la ruta que recorría en momentos fracasados, en la conquista de sus propias debilidades.

Saco su vieja libreta de anotaciones y comenzó a garabatear algunas palabras.
Su personaje, estaba simplemente enfermo de la vida y de las complejas relaciones humanas. A pesar de todo tenía claro que hasta la más mínima de las discusiones debía de ser siempre esplendida.

Para seguir inmortalizando y llenando su librillo, se fue a almorzar al mercado, atiborrándose de viejos suspiros y ensoñaciones.

Eran necesarias muchas ideas, por lo que visitó la costanera en Viña.
Caminó hasta aquel hotel de fachada roja, donde siempre se quedaba, seguida por una brisa marina.

Después del check-in, tomó una ducha caliente y recostó desnuda sobre la cama con el cuerpo aun humeante.
Saco sus papeles de la cartera para abandonarlos a la vista, sobre el velador.
Cerrando los ojos dejo pasar la calurosa tarde.

Su máquina pensante estaba en silencio, interrumpido solo por unas gaviotas que se escuchaban a lo lejos.

Llegado el crepúsculo se puso un vestido, sin vergüenza de la gran abertura que dejaba poco a la imaginación; solo una bata trasparente cuidaba en algo aquel escote.

Por las calles las parejas caminaban tomadas de las manos y en cada esquina alguna florista ofrecía rosas y claveles.
Compró 3 flores y entró en el “África”, a degustar como en otras ocasiones, unos de sus chacareros en pan de molde.

Bastó sentarse para ser sorprendida por la espalda.
Ambos pusieron cara de sorpresa, como si el encuentro no lo hubiesen planeado por semanas
Ella ofreció sus tres rosas amarillas
Y el le respondió: What We Talk About When We Talk About Love...
Se respondieron con amor, como estaba previsto, se besaron largamente como era evidente.
Iban hacia el tiempo en que se puede devorar un helado.

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