sábado, 28 de noviembre de 2009

No quiero un Obama...



Estan lo que creen que todo progreso ha de venir necesariamente regalado por Dios.
También están los que opinan que los cielos son aliados del retroceso y de la marginación y que por eso estamos perdidos.
Pero, también están aquellos a los que no les importa nada de eso y que se quedan viendo como todo pasa. Incluso por encima de ellos.


Hoy me desperté con un gran desánimo.
Hoy no haría nada por la vida ni por mi vida, me quedaría todo el día en cama
Pero esa no soy yo.
Hoy me siento como Chile. Mi país que en los últimos años está en estado sonámbulo, un estado de ni fu ni mu, ni bien ni mal, ni jaguar ni gato.
Y esto se ve aun más acentuado con la contingencia de que se nos vienen las elecciones, y como nunca siento que la oferta presidencial de esta elección es la peor de toda la historia política chilena. No hay proyectos, no hay pasión, no hay voluntades reales por generar cambios.
Eso era ayer, ¿que creo hoy?
Finalmente le encontré la utilidad al twitter, sigo a los 4 candidatos, me leí y releí todas las ofertas, digo, propuestas.
Me digo, ¿Que hace que w, x, y, z, quieran ser presidente, cuáles son sus verdaderas motivaciones, esas del corazón?
Aun busco alguno que lo haga porque realmente cree que el país necesita salir de este estado de somnolencia, de inyectar al país de la pasión que se le fue al hoyo.
No busco un Obama.
Hoy la mayoría de la gente trabaja porque hay que hacerlo, porque hay que comprar cosas, porque hay que pagar cuentas.
Y eso puede ser culpa de las abuelitas, la mía me decía: “mijita no importa quien salga, nosotros igual seguiremos trabajando como burros”.
Pero nunca me hablo de que si salía z, por ejemplo, habría o no reforma previsional.
No tenemos un sentido colectivo de querer mejorar al país. El yo es lo más importante.
Recuerdo los años en que quería participar de la vida política, no de los partidos políticos, eso es distinto a la vida, en forma activa.
Cuando iba a Ralco y creía que de verdad esos pehuenches querían su tierra y no mas plata. Cuando creía que de verdad la CONAMA quería participación ciudadana en proyectos de descontaminación de la cuenca de Santiago y no una mera excusa para el gasto presupuestario y adjudicaciones a amigos de los amigos. La época en que trabajaba en el taller de ecosistemas y quise especializarme en ordenamiento territorial (¿a quién le importa eso?)
Cuando hacías un ensayo para la corporación justicia y democracia y tratabas de entusiasmar a tus compañeros de universidad preguntándote porque estudias, cual será tu aporte al país… mismos que hoy andan sin pega y que en el fondo solo piensan en sobrevivir.
O cuando te inscribiste en trabajos voluntarios o muchos etcéteras.
¿Hoy en que estas?
Y volviendo a lo que nos convoca.
Para las elecciones las opciones son conservadurismo, duro y blando; progresismo utópico o inviable. Eso hasta ayer.
Chile somnoliento, ¡cuando serás gigante si no te despiertas!
Qué pasa con ese espíritu, ¿está ausente o es acaso mero simulacro?
Chile hoy es un país sin fe, en que no sentimos a un Dios que nos acompañe, no hay esperanzas de nada. Se perdió la fe, no solo en Dios, no tengo clara sus causas. Por lo menos a finales de la dictadura había cierta efervescencia, la gente creía que la alegría venía. Y la culpa de quien es. ¿De la concertación? No creo, eso sería como echarle la culpa al empedrado.
La respuesta está en nosotros mismos, que nos fuimos desilusionando de a poco de todo, que nos empezamos a dedicar solo a nosotros mismos, nos olvidamos de nuestros vecinos y hermanos. Cada uno mata su propio toro.
El sentido de falta de justicia generalizado, la impunidad, el ver que el de al lado tiene más que tu, competir para tener más que el de al lado, se ha transformado en una enfermedad social
Entonces me pregunto yo. ¿Hoy debo levantarme como todos los días?
Lo primero que hice fue ver que plantean nuestros candidatos.
Nuestros candidatos, a quienes todos pelamos. Ellos por lo menos están tratando de hacer algo.
El llamado es a los chilenos, a mis compatriotas, a que dejemos de esperar que el resto haga algo.
Hoy haz algo por ti mismo, si no votas, inscríbete para la próxima, si votas, infórmate (no hay nada peor que un desinformado imbécil votando nulo porque está de moda), si igual votas en blanco, que sea informadamente.
Busquemos instancias de participación ciudadana.
Para la elecciones tomate tu tiempo y anda a ver que ninguno de los comandos intente pasar goles (no importa para quien, el gol es a Chile)
El miedo es la mejor arma para inhibir la libertad y la creatividad. Pero la pereza, es lo que matara a este país.
PARTICIPA!! Es la primera forma de democratizar el poder.

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