Las mariposas, esos animaliculos que aparecen en cantidades por primavera, tratas de atraparlas y huyen presurosas volando por entre los dedos. Cuando finalmente las tienes en tus manos intentas observarlas sin dañarles, pero, les quitas su cubierta y ya no pueden volar, ya no son mariposas, ya no son eso hermoso que buscábamos.
Así en muchas ocasiones se presentan ciertas relaciones, se sienten en el estomago, se persiguen, te seducen con sus colores, con sus alas pintadas por Picasso, pero siempre es mejor dejarlas ir.
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