martes, 11 de mayo de 2010

Distancia



Ven, y el júbilo no tardará en seguirte hasta mí
Hace mucho se fue la alegría
como la lluvia y el sol
allá fuera, lejanos.

Sobre los montes el agua escurre vibrante
suave en su rutina,
la nueva vida se adelanta a la primavera.

Tu eres el sol de mi lejano florecimiento
yo soy tu lluvia

¿Que queda en el rio y el bosque?
¿Del verdor que se va con el verano?
¿De los pastos que sucumben sin el agua?
Sin el uno o el otro la vida no puede ser
¿que hay en mi corazón cuando no estás?

Pero
¿Acaso puedes detener la lluvia con las manos?
apagas mi renovada luz interior,
energía que llena aquel espacio vacío,
estando distante.

Allí, hoy tiemblo y muero
El espíritu alegre desaparece en las sombras del invierno
y en la gélida noche sólo hay estruendo de relámpagos


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Esta obra es publicada bajo una licencia Creative Commons.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Quien siembra tormentas, dicen que cosecha tempestades.

Karen

Dafne dijo...

Karen, me parece que es:
quien siembra vientos cosecha tempestades.
=)
De todos modos que quires decir?
Saludos