sábado, 21 de julio de 2012

Mi mamá

       Si tuviesen que definir mi relación con mis padres en una palabra, esa palabra sería abandono.

Estoy nuevamente conflictuada por un cumpleaños, esta vez el de mi madre.

¿Por qué demonios debían nacer en fechas tan cercanas y ambos ser de signo Leo?

De mi madre no tengo mucho que decir y a la vez mucho que decir.

Por ella tengo marcado a sangre y fuego el carácter.

Y no quiero decir que mi madre es mala o mala madre, simplemente ella es así, ELLA.

El problema es que ya no soporte mas de ella misma y simplemente la deje ser, pero bien lejos.
De pequeña, no la recuerdo mucho y me refiero de pequeña a cuando tenía menos de 5 años, cuando mis padres aun estaban casados.

Recuerdo una mujer haciendo un aseo profundo en la cocina, mangueando y trapeando mientras yo masticaba cochayuyo y mi hermana Lorena venia por su leche.
También recuerdo una mujer apurada que llegaba tarde, muy tarde al colegio a buscarme, después de que las monjitas ya me habían llevado a la cocina a compartir galletitas con leche (¿donde estaba papa?)

Mi madre, una mujer desesperada, buscándome, mientras mis tías mentían y me mantenían escondida. Yo con el corazón acelerado escuchando a mi mama preocupada porque no me encontraba y nuevamente yo, decidida a que mi mama no sufriera por mí, saliendo a su encuentro y diciéndole mamita aquí estoy.

Después de eso, todo cambió.

Mi madre trabajando todo el día y nosotras sus hijas a cargo de su hermana Carmen, que al parecer no le quería.
Mi madre recelosa de los hombres, sumada a muchas frases para el bronce: el hombre es una raya en el agua, así son todos los hombres, tu padre te abandono, eres igual a tu padre, te odio.

Y así continuamos nuestras vidas, mi madre presente ausente, trabajando el día entero y yo haciéndome cargo, creyéndome la mama de los pollitos, cuidando a mis hermanas y tratando de ser la niña perfecta: buenas alumna, deportista, levantarse temprano, hacer todo el aseo.
Había que cuidar a quien proveía en casa, pues ya muchas veces nos falto que comer con ella de proveedora, entonces ¿qué pasaría si ella no estuviese?

Mama enferma de los nervios, encerrada en su habitación, desapareciendo un par de días y con amnesia de que había hecho, mi mama triste necesitando consuelo, mi mama que toma pastillas… tricalma.

Mi mama diciendo: mejor me hubiese muerto, mejor que no hubieses nacido, ustedes son un estorbo para mí

Mi mama en casa quejándose; por comprarnos leche no se podía ir a tomar un café con sus amigas.
Mis hermanas flacas, yo con anemia.
Sus niñas llevadas a un hogar de menores con “reclusión” diurna, para que el fisco las alimentase. Ahí aprendimos a pelear y defendernos de los otros, pero, ya no había que gastar en alimentar a las niñas.

Mi mama ahorrando para una casa

A pesar de todo, de muchachas no resultamos delincuentes, teníamos sueños, en especial el de nunca más ser pobres. Aun vivíamos con miedo que el arrendador subiese el arriendo o nos echara.

Mi tío Willy prestándole una casa a mama.
Fue el período más tranquilo en que mi madre aprovechó y se compro un automóvil con los ahorros que hizo de nuestro sacrificio, cuando sus hijas debían protegerse de delincuentes adolescentes, la época de no tener que hacerse cargo, pues el fisco lo había hecho por ella.

Mama no se compro una casa, prefirió un auto con que pavonearse.

Toda mi vida con ella, viví en la inseguridad de estar con una madre que no se hacía responsable, una cabra chica que se evadía de lo que pasaba en casa con el trabajo, justificándose solo como proveedora.

Mi madre de vacaciones por un mes viajando y nosotras solas en casa. El fisco aun se hace cargo.

Soñaba con estudiar, teniendo las mejores notas, egresando de un colegio subvencionado, quede impactada con la universidad y percatándome que solo era un colegio grande y caro.

Yo trabajando y estudiando, disfrutando la universidad, teniendo estrés y vida propia

Mi madre culpándome por no estar más presente, una de sus cancerberas desapareció.
Mi madre diciendo, por tu culpa tu hermana no entro a la universidad, ¿acaso te estás drogando?, por tu culpa tu hermana se embarazo…

Ya no estaba la carcelera y cuidadora, ya no estaba la madre de reemplazo, se me acabo el deber ser.

Mi madre y su egoísmo: te maldigo, ojala nunca termines la universidad. Te crees mejor que yo.

Hay tantas cosas que no le dije a mi madre por respeto…


¿Hoy?
Hoy nada, soy mama y reviso las tareas de mi hijo, no salgo de viaje sola, ni le dejo un mes mientras conozco otros lugares, le hago sentir seguro y protegido y le muestro que tiene un futuro por delante y que ahí estoy para apoyarle. Soy una mama que le besa, abraza y dice que le ama.

Definitivamente, gracias a mi madre, se bien quien no quiero ser como madre.
Gracias a mi madre soy responsable y trabajadora.
Y por supuesto no le hice caso y termine mis estudios.

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