A Orilla del Camino
Rota
Rota la voz,
en medio del llanto y la brisa.
Rota por la energía eléctrica que lleva el viento cálido.
Llueven esquirlas. Brincan sobre el pavimento como mariposas
Olor a neumáticos quemados llenan el ambiente.
El trigo hace olas que danzan al compás de la estática ambiental y me recuerdan que ya es diciembre
Luces entre las hojas color terracota ciegan el atardecer.
Pestañeo, una y otra vez lentamente.
Todo da vueltas.
No me puedo mover
Por el rabillo del ojo, puedo ver una loica que se posa sobre el alambrado.
Unos caballos pastan cerca del trigo dorado, moviéndose al son de la brisa
Un pitido me ensordece
Siento un dolor agudo en el pecho
Otro pestañeo y en time elapsed, oscurece
Escucho claramente el sonido de mi respiración, como rugido de aguas bajando por la montaña
La loica se ha ido y el lucero de la tarde invita a la corta noche veraniega.
Ya no siento dolor y me ahogo junto con un poco del sabor de mi sangre que va llenando la boca
Toda esa energía eléctrica del ambiente silencia un estertor
¿Acaso esta es mi alma intentando huir?
Nadie pasa por este camino polvoriento. Solo un loco borracho, en una camioneta que salió huyendo.
La rueda de mi bicicleta no gira más y una loica perdida en medio de la noche vuelve a visitar los alambrados.
Nacemos solos y morimos solos
Agosto 2015
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