Agotamiento, hoy estoy aquí solo por cansancio.
Llevo demasiado tiempo lamentando lo que no se hizo y estoy
a mitad de la vida.
No puedes lamentar que tu interlocutor no entienda
Es un poco tarde para volver atrás.
Hogar
Un niño de ojos grandes jugaba con uno de los tantos palitos
que encontró entre las matas de un parque
que ese día el transformó en su
jardín.
Picaba y excavaba, mientras los adultos le conversaban y
trataban de hacerle entrar en razones
Mucho de lo que decían los dos que le acompañaban, había
dejado de entenderlo hacía rato, pues no escuchaba. Estaba más animado en
excavar lo más profundo que pudiese en la tierra.
Esta demás decir que ellos son sus padres y que conversaban,
pero no se entendían, o quizás no prestaban suficiente atención.
Tampoco comprendían que era aquel agujero que según ellos y para hacerse los graciosos dedujeron
era una trampa para osos.
Cuando finalmente se animaron a preguntar, él les dijo que construía una casa, un hogar
bajo la tierra bien cubierto por las hojas y el pasto, para que no lo vieran,
para que no lo destruyeran.
Y mientras seguía cavando el agujero, ellos mantenían la plática,
hablando grandilocuencias que versaban sobre el futuro.
Su conversación se mezclaba con los sonidos de unas cotorras,
esos loros que hacen unos nidos gigantes en los árboles. Sus Nidos llegan a ser
tan grandes que en ocasiones dañan al árbol y lo tumban.
Entonces, el niño abrió aún más sus ojos para fijarse en el
cielo y le dieron ganas de volar junto a los loros. Y es que quien puede
entender las razones de un niño.
Siguió con su trabajo, puso unas cuantas ramitas que sostenían
un techo pequeñito de pasto, hojas y tierra.
Y que era mejor, ¿ser un loro o una chinita?
Cualquier cosa para ser pequeñito nuevamente, más pequeño
que nunca.
¿Cabria dentro?, ¿aún había lugar para él?
Cuando se percató que ya había pasado demasiado tiempo,
abrazó a su mama estrepitosamente pisando al mismo tiempo aquel techo
provisorio.
Es que es esa casa ya no cabían muchas cosas, menos el pie
de un niño que salta sobre su presa.
Ya hace mucho tiempo las condiciones para su hogar habían sido
destruidas.
Hoy su padre y su madre tenían parejas cada uno por su lado.
Mientras cavaba pensaba: Cada uno por su lado, Cada uno por
su lado.
El circunstancial hogar bajo tierra estaba destruido, pero
ya no importaba. Entre tanto dialogo en idiomas diferentes no hay cabida a la
esperanza y menos dentro de una casa tan pequeña.
http://dafne-en-viaje.blogspot.com/

Esta obra es publicada bajo una licencia Creative Commons.
No hay comentarios:
Publicar un comentario