domingo, 10 de enero de 2010

Estropajo



Metió la llave en la cerradura como pudo y entro hecho un estropajo. Sus ojos delataban cansancio y algo de carencia afectiva.
Se desplomó sobre el colchón y desde entonces hasta la mañana no paró de roncar.
Al medio día, tomó un escueto desayuno de tostadas y café, para salir rápidamente al paradero y tomar el colectivo que le llevaría a un nuevo trabajo.
El es un amargado, su vida no le gustaba y por ello se dedicó a mirarla desde la vereda del frente, transformándose en fotógrafo de eventos.
Asistía a diario a cada una de las actividades artísticas y culturales que debía cubrir.
Siempre se creyó artista y erudito en todos los ámbitos referidos a las artes. En una época se dedico a escribir, y aunque no era excelente, por lo menos le ponía vísceras. Un día se percató que de eso, no viviría, tampoco se haría famoso y finalmente lo dejó.
También intentó pintar, inclusive ingresó a una escuela de bellas artes.
En una ocasión hizo lo que consideró su “obra maestra”, después de aquello “supo” que había llegado al punto culmine de su propia creación pictórica, por tanto también lo dejó; eso a la edad de 24 años.
Proveniente de una familia de clase media alta, su madre se creía algo semejante a Mery Rose MC Gill, por lo que su carácter arribista tenía de donde salir.
Al cumplir los 25 años, lo mejor que le pudo pasar, fue que le regalasen una cámara fotográfica profesional. Lo que comenzó siendo parte de una actividad entretenida, terminó siendo aquello a lo que se dedicaría por muchos años.
Su vida irreal, oscilaba entre las noches llenas de cultura bohemia y su realidad llegando a casa de sus padres, con quienes aún vivía.
Aunque entre sus amistades se jactaba que esto de ser fotógrafo de eventos le había permitido conocer muchas minitas y ganar variados concursos en que el estado lo financiaba, estos dineros solo le alcanzaban para tener más y mejor equipo fotográfico, pero, aun dependía de sus padres para lo básico: comida, ropa y techo.
Su vida emocional, era tan fluctuante como su vida laboral. Conocía en el ambiente a muchas divas, encamándose con más de alguna de ellas, llegando inclusive a ilusionarse con que una que le tomara medianamente en serio, pero nunca fue así.
Normalmente las bellas le consideraban un pobre diablo y terminaban quedándose con alguno de billetera más abultada o que fuese más glamoroso, famoso o bello que ellas.
Estar con el fotógrafo les servía para tener buenos books.
Finalmente su vida no era lo que el había hecho de ella, sino que algo extraño, que miraba con los filtros que colocaba en su lente; un sueño que se vivía solo a través de su cámara.
Hasta ahora su relación más larga erótico-sexual y algo fálica, era con su lente: Con ella captaba el día a día y las obras de otros, dejando de lado el hacer las propias, se había transformado en cronista de historias ajenas, mientras que los años le pasaban por encima
Contando los 30 años, ese año nuevo reflexionó respecto a su vida, del estar rodeado de gente, de su familia, de estar en medio de todos y al mismo tiempo en medio de la nada. Estar envuelto en el jet set a través de su lente, pero viviendo un mundo normal, en que contaba las chauchas para el próximo carrete.

Esa noche apareció ella, la diva más diva que hubiese conocido, la diva que lo miró, hechizó y tendió su mano. El perro callejero quedo en estado catatónico.

Pasaron un verano maravilloso, en que decidió irse de casa de mami y papi. Llegó a un sucucho apenas respirable, pero la pensión era un palacio sabiendo que ella podía llegar ahí.
Su bella vivía en plena ciudad, era una modelo que recién comenzaba a surgir, la momo de moda, mientras que el vivía en las afueras, por lo que solo en ocasiones se veían.
Su trabajo revivió en la semana, mientras que el amor se desnudaba para quedar en la cama los fines de semana y a veces uno que otro feriado.
Cuando viajaba ya no se acordaba del pijama, porque ya no era necesario, solo a veces, para darle un velo de misterio a lo que ya conocían. Estaba enamorado.

Una vez le dijo a ella: Hoy tengo un alma que no tenía, desde que estas tu. Sin embargo estas aquí, en completo silencio, uno que no queremos llenar.
Para ti, quizás llevo demasiado tiempo en sombras, pero, este es un lugar cómodo y no necesito que me salven, ya estoy a salvo.
Después de ese día ella desapareció y el volvió a su frenética vida casi sin dormir, en que los demonios de otros quedaban en evidencia a través de su objetivo. Nunca fue capaz de buscarla, supuso que como otras ya se habría aburrido de él.

Regresó a sus excesos de encuentros con una que otra chiquilla que quería ser famosa, saltando de una cama a otra, siendo la envidia de sus conocidos y simulando un glamur que no era tal.

En uno de los tantos eventos que cubría volvió a verla; el lugar se quedo en pausa, seguido de un viento extraño, ella tan hermosa como la recordaba, pálida y bella.
El en un principio, pensó en tirarle toda la basura que tenía acumulada en su corazón, pero no fue capaz, solo le dijo: cuando vine aquí y no te vi, entré en pánico.
Se fueron aparte, terminaron como hace un año atrás en la cama.
A la mañana siguiente ella permanecía entre las sábanas, quieta, casi sin respirar.
El comenzó a hablarle de proyectos, de un futuro, de una vida.
Ella solo le sonrió.
Cuando te fuiste creí que estaba en el wáter de Dios y solo esperaba que el tirase la cadena.
Entonces ella habló: estoy enferma, gravemente enferma y tú también. Como no me buscaste, yo te busque del mejor modo en que podía, asistiendo a algún evento. Solo vine a avisarte, para que te examines, pero estoy segura que tú me lo pegaste, porque, antes de ti, no hubo nadie. Lo sé desde hace 3 meses.
El se quedó helado, nuevamente la imagen se le iba a negro y de fondo escuchaba como si la cadena de un wáter acabasen de tirarla.

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Gata Noctambula.



Rodeada de gatos, arañándole, lengüeteando, levantando sus lomos y colas a su paso, por entre sus piernas, la gata noctambula avanzaba lento; ya habían pasado los años en que la señorita Alfonsina, caminaba veloz.
Los gatos siempre fueron su pasión, los amaba y poco a poco fueron llenando su departamento y una vida de abandonos.

No hace mucho era una mujer llena de actividades y activista en muchos frentes. Le gustaba participar de gremios, movimientos sociales y culturales de su comunidad, siendo considerada una persona con conciencia social.
Muchos de sus años los desarrollo en actividades docentes, trabajo mucho con niños y adolescentes, aunque había estudiado una larga licenciatura en ciencias, supuestamente para trabajar en laboratorios y algún día ganarse el premio Nobel; pero esos sueños, como otros, quedaron atrás con el pasar los años.

Sin ser una mujer vieja, el tiempo delataba su maltrato en cuerpo y rostro.
Alfonsina de joven, fue una mujer si no hermosa muy vital, quien, además, alguna vez tuvo la oportunidad de casarse, pero se arrepintió. Muy a tiempo, como ella muchas veces lo repitió entre sus amigos: “antes que casarse la muerte”.
Para ella el matrimonio era una institución sin pies ni cabeza y los hijos, una responsabilidad de la cual no se haría cargo. Ella no sería madre ni figura autoritaria, sería amiga de los más jóvenes.
Fue así que llegó a ser profesora, siempre diligente en pro del desarrollo de la educación. Su mayor vínculo con la vida, siempre fueron sus alumnos, a los que trataba como amigos.

De este modo el contacto con los moceríos, se fue haciendo casi una adicción, una necesidad vital. La joven Alfonsina se la pasó entre actividades diversas, alimentándose de la savia nueva, cultivando además de la educación, las artes visuales: fotografía, pintura y pintores.
Era muy asidua a los bares universitarios, sin ella serlo, y sin estar ligada directamente en el mundo de las artes como creadora, gustaba mucho de aquel mundillo, se alimentaba del medio bohemio de los que se autodenominaban “artistas”. Se juntaba con literatos, actores y artistas plásticos con los cuales debatía ideas, mientras ellos creaban.

La vida se la llenaba con las historias y actividades de lo que otros hacían, es por ello que en forma natural fue derivando a su gusto por el mucho del chat, donde se tranzaba en largos diálogos, acerca de diversos temas. Era una noctambula que deambulaba de aquí para allá constantemente, encontrando y buscando pequeños diamantes en bruto a través de la Web.
Uno de esos diamantes quedó atrapado por ella, por el buen humor que mostraba, su locuacidad y brillantez en cada frase emitida. Se entretenían hasta altas horas de la madrugada el uno con el otro.
Esto era mejor que un matrimonio, se decían.
Nunca se preguntaron cuál era su estado civil, ni sus actividades en específico, tampoco de sus familias o sus vidas. Todas sus conversaciones versaban acerca de temas “elevados”, como ellos mismo suponían. A lo más, alguna que otra vez con unas copitas demás tuvieron cibersexo.

Cada uno mantenía su vida normal en el anonimato y por las noches aparecían, para esa otra vida, esa que nadie podría comprender, llena de conceptos intercambiados como completos desconocidos, donde nunca, siquiera hubo la necesidad de curiosear quien era el otro. Ambos lo sabían, el día que comenzaran a hablar acerca de sus vidas, esto se acababa.

Todas las noches, por años, el nunca le falló hasta hoy. Ya habían pasado 5 días desde que dejó de encontrarse con Il. Dante, había desaparecido por completo del chat.
Hoy, sentía el peso de su soledad, como una molestia que le hacían caminar lento y moverse apenas para alimentar a sus compañeros felinos.
Hoy, encendía nuevamente su PC, como cada día a la misma hora y por primera vez la espera al arrancar Windows se le hizo eterna.
Sus gatos, única y fiel compañía, maullaban sin descanso.
Una vez ingresada al chat, espero, espero, por cerca de 1 hora, hasta que el apareció.
Il. Dante: hola
Mininoska: finalmente apareces
ke te paso?
Il. Dante: estuve enfermo y …
El resto supongo que no quieres saberlo. Ya estoy aki.
Mininoska: si, kiero saber
Il Dante: no hay para que, ya estoy aki.
Mininoska: me preocupaste, mucho.
Il Dante: ah, si?
Ke tanto?
Mininoska: hoy no puedo hablar
Il Dante: y mañana?
Mininoska: no, mañana tampoco, mañana ni nunca más. Adiós.
Il Dante: pero ke paso?
Mininoska: yo no soy solo alguien con kien te entretienes cuando estas aburrido sin tener ke hacer.
Debiste avisar.
Il Dante: pero amor, yo…


Y la conexión se acabo.
Il. Dante, o más bien Rafael, buscó la forma de contactarle, después de todo y de tantos años, no es que no hubiese tenido interés en saber quién era esa mujer.
Lo sabía perfectamente, tenía su número de teléfono y hasta la dirección de donde vivía, pero siempre respeto la decisión de Alfonsina de no verse. Además, él tenía una familia, una vida, muy distinta a la que ella hubiese querido. El tenía lo que Mininoska diría, una vida muy “común”.

A pesar de aquello, la busco, no porque la amase o algo similar, si no por los años de comunicación fluida de ambos, casi por respeto, casi por amistad.
La verdad es que hacía tiempo ya no quería ni necesitaba tanto el contacto con Mininoska, la verdad es que él no había estado enfermo y en el último tiempo la comunicación ya no era como la de antes.
Muchas veces se conectaba y alcanzaba a tranzar solo un par de palabras con Mininoska a la cual ya encontraba aburrida, engreída y hasta amargada. Luego de ello se iba a dormir y conversar con su mujer, a quien había aprendido a apreciar y reencontrar después de muchos años de convivencia.

Pero Mininoska, Alfonsina, merecían algo más que una conversación a medio terminar, así que llegó al fin de semana siguiente a golpear su puerta.
Sabía que posiblemente no sería bien recibido, pero hizo de tripas corazón y se encamino a su casa, vivía en un departamentito en Nataniel Cox.
Al llegar al tercer piso de un edificio antiguo y bastante mal cuidado, casi se arrepentía de golpear a su puerta. Fue allí, frente a su departamento que se detuvo un momento. Entretanto, una gata se metía por entre sus piernas, acariciándose sola y levantando su cola para después maullar.

Se dijo a sí mismo – debe ser uno de sus gatos.
Así que tocó el timbre, insistentemente, una y otra vez. Pero nadie salía.
El sabía que debía estar dentro, pues desde que dejó la docencia a causa de un accidente, no salía de su departamento.
De eso hacía ya 3 años, los mismos de comunicación con Rafael, los mismos desde aquella pasada fatal por el Tránsfugas, El BarAbajo, El Ciclope, The Clon, pasando por Santo Barrio y Bajon, llegando finalmente a aquel confuso incidente, cuando salía ebria del barrio Brasil.

Rafael comenzó a inquietarse, llamó a los vecinos, que apenas le conocían, pues se había transformado en una huraña desconfiada.
Sin ser una vieja, los años le habían llegado de sopetón y después del accidente eso empeoró a causa de los dolores físicos que le aquejaban, así como las marcas en sus antes hermosas piernas

Finalmente llamaron a carabineros y fue bomberos quien abrió la puerta. De inmediato el hedor llenó el pasillo del edificio.

A sus funerales, no fue nadie más que el. Todos aquellos que fueron sus amigos ya no estaban y de sus amigo-alumnos ya no quedaba memoria.

Ella tenía razón cuando le decía, se nace y se muere sola, sin embargo, el suicidio no era algo que estuviese dentro del registro de conversaciones que tuvieron todo ese tiempo, menos aun el que sus propios gatos se la festinaran.

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martes, 5 de enero de 2010

Minas "Cuaticas"



Las minas cuaticas, son aquellas que se sumergen artificiosamente en un gran y profundo problema de aguas negras, cuando el problema en realidad no existe.
¿Acaso no será demasiada vanidad pensar que se es tan importante para que otros se enojen con sus opiniones?
Es un buen ejercicio mental, mantener una conversación con altura de miras aunque sea en forma virtual, sin embargo cuando alguien responde J, y se le está hablando de A, es que hay problemas de entendimiento, por cruce de cables o por su lóbulo frontal.
Queda solo seguir el juego.
A mi me gusta jugar, pero siempre que sea limpio, sin golpes bajo el cinturón.
Lo que a mi en lo personal me molesta, es que aparece el circo. El circo son esos que no están bailando el vals de dimes y diretes, los que terminan transformando en guerra mundial un par de opiniones y festinan con los mechoneos contenidos.
Hay gente que importa por lo que escribe y se le opina, el resto, el que no escribe, el grupúsculo de fans, los metiches, valen fungi.
El tema con las señoritas cuaticas es que no responden a los comentarios, ladran. Y frente a los ladridos…
Lo bueno, es que me he reído mucho de lo densas que se colocan algunas minas, me imagino que les sale humito, los ojos se le enrojecen y les salen canas verdes.
Ojo, lo cuatica no tiene que ver con edad.
Las hay de 20 años que responden como unas amargadas frente a los tipos que son algo galantes, a veces me pregunto si habrán sufrido de algún abuso deshonesto virtual que les tienen tanto miedo.
O a pesar de sus 20, se comportan como viejas de 70, de esas llenas de dolencias que a causa del dolor les cambio el switch y maltratan a todo lo que se les cruce por el frente.
Me pregunto si ellas tendrán dolorida el alma o la autoestima muy baja.
He leído peleas en que ellas, las cuáticas, se las dan de bravuconas y de vuelta al ataque inicial, el opinante les responde mal, personalizando el ataque tratándolas de feas o solteronas y de inmediato pican.
Si el tema no es responder mal, el asunto es manifestar malamente sin nada de gracia ni inteligencia, denostando al otro, tratándole de perro, rata o lo que sea.
He leído disputas de mujeres de 30 o cercanas a los 40, a las que les viene el viejazo y se transforman en jovencitas virtuales, poniendo las mejores fotos llenándose de fans, pero espantando a cualquier fémina medianamente inteligente que entre en su territorio.
No tiene que ver con el nivel educativo, hay algunas que son profesoras, se supone que se dedican a educar y no tienen educación, otras son "comunicadoras" pero al parecer solo se incomunican y cortan redes en forma demasiado agresiva.
Las que hablan de agresividad gratuita son justamente las que más ladran.
Siempre me he preguntado, que tal serán en vivo, quizás hasta son agradables, pero, ¿por que tanta necesidad de defenderse de alguien que comienza tratando de comunicarse con ellas?.
No creo que sean todas las mujeres cuaticas, conozco varias que son unos amores y no andan lanzando fecas con ventilador o haciendo caldos de seso.
Por ahí me decían que a algunas mujeres les hace falta un hombre, para ponerles el filtro que no tienen. Pero eso es muy machista y si es por eso, varias tendríamos que buscarnos hombre, jajajaj
Una amiga mía me preguntó si pasaba el test de la mina cuática en la red.
Me dijo, primero revisa a cuantos bloqueados tienes en el facebook, y verifica si a ellos les conoces o conocías.
Mientras más bloqueados de la nada, más cuatica
Cuantos filtros tienes en tu facebook
Le dije que eso es para privacidad, pero me respondí sola: entonces para que tienes facebook.
¿A cuantos comentarios de personas que se quieren hacer los simpáticos les respondes de tripas y no de seso?
Puedes responder inteligentemente y sin personalizar. Se personaliza el asunto cuanto terminas tratando de feo, ignorante, roto, rata o lo que sea; si después de todo no le conoces, no es tu amigote, ni siquiera conocido. Entonces, para que pasar rabias gratuitas.
Mejor riamonos de nosotros(as) mismos(as)
Espero no pasarme al lado cuatico de la fuerza y poder seguir riéndome de comentarios de personajes que parecen locas. ¿Por que son solo personaje cierto?

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